El pasado fin de semana se celebraron en Málaga las III Jornadas Nacionales de Altas Capacidades y Acytal Levante quiso estar presente y escuchar en primera persona las diversas ponencias que se realizaron.
Expertos de gran prestigio explicaron la realidad de las altas capacidades en España y aconsejaron cambios a nivel educativo, respaldados por estudios científicos.
Sylvia Sastre, Catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de La Rioja, explicó que, aunque todos los cerebros parecen iguales, no todos funcionan y aprenden de la misma manera.
Los cerebros con alta capacidad intelectual (ACI) tienen un alto nivel de eficiencia neural (se activan zonas específicas del cerebro con un menor consumo metabólico) y diferencias en la interconectividad el tejido neural. Esto supone que captura, comprende e interpreta la realidad de forma diferente. Pero la inteligencia no es resultado sólo de una base estructural o cerebro con las características antes descritas. La inteligencia está en desarrollo y depende de múltiples factores: genes, ambiente, ... sin los moduladores adecuados como la motivación, el esfuerzo o el ambiente, no se llegarán a desarrollar las altas capacidades intelectuales.
La educación podría y debe beneficiarse de los hallazgos de la neurociencia para ofrecer un mejor ajuste educativo a las particularidades de estos cerebros mediante el curriculum diferenciado.
Una de las ideas que más se repitió en todas las ponencias es que si los alumnos presentan características diferentes, las medidas que se tomen en la intervención en el aula también deberán ser diferentes para cada alumno. Esto supone como remarcó la profesora y psicóloga María Caballero Cobo que los docentes deben estar formados, y cambiar su rol de profesor a maestro de cabecera, para que puedan detectar, derivar al especialista si es necesario y colaborar con los orientadores en las intervenciones individuales con los alumnos.
Para María Caballero las claves en educación son: tener en cuenta la intensidad sensorial e incluir la emoción en el aprendizaje, establecer rutinas para automatizar los procesos y "pensar despacio" entrenando las funciones ejecutivas.
Se explicaron distintos métodos a los docentes presentes en las ponencias para llegar a personalizar el aprendizaje de los alumnos.
Por un lado el Vicerrector de Innovación y Desarrollo Educativo de la Universidad Internacional de La Rioja-UNIR, Javier Touron, explicó que los alumnos deberían aprender a su propio ritmo, avanzando tan rápido como su habilidad e intereses se lo permitan. Ese avance no consistiría exclusivamente en subir de curso, sería ajustar el nivel de reto a las condiciones demostradas de ritmo y nivel de aprendizaje de los estudiantes (Optimal Match).
Ese nivel se fija con el modelo DT-PI de diagnóstico que evalúa los conocimientos que tiene el alumno para evitar enseñar lo que ya sabe: determina sus puntos débiles, diseña un programa de instrucción, evalúa su eficacia y si se supera el nivel, se avanza al siguiente.
Acelerar el aprendizaje no significa tanto "empujar" como "dejar de frenar", y esta medida permite adaptar la escuela a los alumnos y no al revés: El aprendizaje centrado en el alumno. Así el profesor Touron aboga por una escuela no graduada, una legislación más flexible y unos profesores más formados.
Según Marta Touron, psicopedagoga especialista en altas capacidades, aplicar estos métodos no es tan complicado como parece, supone un esfuerzo y mucha implicación por parte de los docentes, pero existen actualmente muchas herramientas tecnológicas y recursos educativos que pueden ayudar (Symbaloo , Khan Academy...)
Por otro lado, Carmen Pomar, Doctora en Psicología Infantil especialista en altas capacidades y actual Consejera de Educación de Galicia, expuso el método SEM de enriquecimiento curricular.
Este modelo persigue una educación diferenciada, no fragmentada, que planifique proactivamente anticipándose y dando respuesta a las diferencias de aptitud, interés y necesidades de aprendizaje.
Tendría 3 dimensiones, por un lado la estructura escolar (donde estarían los recursos propios del centro y de aquellos servicios especiales que pudieran surgir gracias a la creación de alianzas con el entorno); por otro los recursos disponibles para la implantación (especialistas y modelos de desarrollo); y finalmente los componentes de servicio donde entraría:
- el portafolio del talento total, en el punto de partida debe estar claro el estilo de aprendizaje del alumno, desarrollando el portafolio donde aparezcan también sus intereses y sus aptitudes:
- las técnicas de modificación curricular
- y el aprendizaje y enseñanza enriquecida: enriquecimiento triádico, con 3 TIPOS DE ACTIVIDADES:
- TIPO I: actividades exploratorias de carácter general dirigidas a todo el alumnado (cursos, demostraciones, películas.,..)
- TIPO II: actividades en pequeños grupos que favorecen el desarrollo de competencias cognitivas y de gestión emocional
- TIPO III: para alumnos que se quieran comprometer y adquirir un conocimiento más profundo, mediante mentorías e investigaciones
Además de los modelos de intervención, otras ponencias como las de Lola Prieto, Andrés Carlos López, Rosabel Rodríguez o Luz Pérez, expusieron las necesidades de los niños y niñas con alta capacidad, la importancia de desarrollar el pensamiento crítico y creativo en las escuelas y la inteligencia emocional.
Para promover la excelencia y el éxito intelectual una de las claves es el autoconocimiento del alumno y de sus capacidades para evitar sufrir el "síndrome del impostor" (en especial en niñas con alta capacidad, que tienden a camuflarse y no muestran sus habilidades).
Desde la escuela y desde casa, se deben promover modelos a seguir y propiciar experiencias personales de éxito de los propios alumnos o de su grupo de iguales (consiguiendo así un "efecto Pigmalion"). Sin embargo, padres y profesores deben tener en cuenta que no se deben crear expectativas demasiado altas que puedan llevar a la frustración de los niños y niñas.
Desde las mesas redondas que se celebraron en las Jornadas de Málaga con psicólogos y orientadores se habló de la situación en Andalucía. La correcta evaluación e identificación de los niños y niñas con alta capacidad necesita la formación de profesores y orientadores. Además, esa identificación no servirá de nada sin la adecuada intervención posterior. Como dijo Carmen Pomar: el poder diferenciador lo tiene el profesor, que debe implicarse y hacer que sus alumnos con altas capacidades se sientan comprendidos. Hay que motivar a los alumnos, propiciar el ambiente adecuado para que desarrollen sus aptitudes.
En definitiva, en estas Jornadas hemos visto como se está avanzando en el campo de las altas capacidades gracias a estudios científicos, cuyas conclusiones deben aplicarse en el ámbito educativo si queremos, como dijo Sylvia Sastre, preservar el bienestar del niño con altas capacidades para que exprese su potencial y que éste pueda revertir socialmente.